Francisco Aritmendi Criado
Deportista

Málaga del Fresno (Guadalajara), 1938.

De origen muy humilde, en su infancia padeció una hernia doble por la que le pronosticaron a sus padres que viviría muy poco, pues esa enfermedad no tenía remedio. Vivió desde pequeño en Cogolludo, y aparte de los estudios primarios y los sencillos juegos de pueblo, se aficionó al deporte gracias al estímulo de su maestro de colegio, Don Gonzalo.

Se inició en los campeonatos provinciales de atletismo que organizaba el Frente de Juventudes, y ganaba todo cuanto se ofrecía, en Guadalajara, Bilbao, Santander, etc. Eran los años 50. Jugó una temporada en el Real Madrid. Mientras hizo el Servicio Militar en Zaragoza, también compitió, siempre con éxito. Empezó, hacia 1962, a participar en el Cross de las Naciones ó Campeonato del Mundo de Cross. Ganó el de Barcelona, el de España, y finalmente, en 1964, fue ganador del Cross de las Naciones, en el estadio Leopardstown de Dublin. También ganó la clásica prueba Jean Bouin, en Barcelona. En los Juegos Olímpicos de Tokio, en los que alcanzó la cuarta plaza en el Maratón, fue el abanderado de la delegación española. A partir de entonces, cosechó una gran serie de triunfos, y anduvo por toda Europa en reuniones de atletismo.

Su trabajo fue, sin embargo, de subalterno en diversas actividades: como jardinero, ordenanza, repartidor, estuvo en el Barcelona y en el Español. Se volvió a su tierra, a Guadalajara. el gobernador Asuero le consiguió un puesto de trabajo en Vicasa, y el ministro Solís se interesó por él y le nombraron entrenador deportivo, pero en Guadalajara no gustaba su forma de hacer las cosas, y al final le designaron como ordenanza de la Delegación de Cultura.

La época de sus triunfos, entre los años 1962 y 1967, fue la de su máximo esplendor como atleta, un corredor de fondo que, al final, vió como siempre se hace realidad. y de forma tan dura, la conocida frase de "la soledad del corredor de fondo". Ahora, en 2006, un escritor de Guadalajara ha escrito con amplitud y ternura la biografía de Aritmendi, poniendo en limpia prosa sus orígenes humildes, sus grandes éxitos deportivos, los vaivenes de la vida hasta llegar a ser hoy, como jubilado, el único personaje vivo que cuenta con una calle a su nombre en la ciudad de Guadalajara.

Bibliografía: Ildefonso Rodrigo Arribas: Campeón. Francisco Aritmendi, campeón del mundo de cross. Gatoverde editories. Guadalajara, 2006, 176 págs., 6 Euros.
 

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