Jose Maria Canfran Lucea

Jose Maria Canfran Lucea

José Maria Canfran Lucea

 

Dulzainero castellano.
Nacido en Sigüenza, en 1953.
Muerto en Sigüenza, en 2001.
Recuperó la música y el sonar de la dulzaina
por los pueblos de Castilla

Un recuerdo con el corazón. Palabras para Canfrán, en el momento de su muerte 
por Julio García Bilbao. 30 abril 2001.

El pasado sábado día 28 de abril de 2001, falleció en Sigüenza (Guadalajara, Castilla), José María Canfrán Lucea, fundador del grupo «Los dulzaineros de Sigüenza» y pionero de la recuperación de la dulzaina en Guadalajara, aparte de un gran castellanista.
El funeral de Jose Mari ha tenido lugar hoy día treinta de abril, oficiado en la catedral, abarrotada de gentes de prácticamente toda la provincia, además de autoridades locales y provinciales, dulzaineros de toda Castilla y compañeros y amigos castellanistas. La misa fue concelebrada por siete sacerdotes. Posteriormente se dió cristiana sepultura a sus restos en el cementerio de Sigüenza, la ciudad que le vió nacer hace tan sólo 48 años y donde tantas veces resonó su dulzaina. Jose Mari deja viuda, Mª Teresa, y dos hijos excepcionales, José Angel y Jimena, ésta última también dulzainera y que sigue los pasos de su padre. Las coronas de flores abarrotaron la capilla ardiente por la que desfiló gente no sólo de Sigüenza sino de muchos otros lugares. Una corona morada con el pendón de Castilla estuvo todo el rato a los pies del féretro.

José María Canfrán, en compañía de su redoblante, Carlos Blasco, comenzaron en 1986 de manera autodidacta y desinteresada a recuperar la dulzaina en Guadalajara, cuando ésta era apenas un vago recuerdo entre nuestros mayores. Comenzaron a acudir a todo tipo de romerías y fiestas y recuperar este ancestral sonido por toda la provincia, siempre con un claro aspecto reivindicativo respecto a la situación de abandono de nuestro medio rural, convirtiendo la dulzaina en el «grito agonizante» de muchos de nuestros pueblos, además de recuperar y trasmitir una parte de nuestras tradiciones. Los dulzaineros de Sigüenza, acompañados posteriormente por Juanjo Molina al bombo, llevaron la castellanidad de Sigüenza en numerosos festivales de dulzaina, aunque siempre la prefirieron en su contexto, el de las calles y plazas de nuestros pueblos, por pequeños que éstos fueran. Durante catorce años han tocado en aproximadamente ¡120 pueblos de Guadalajara! y tambien en otros lugares. Jose Mari fue un gaitero en el más amplio sentido de la palabra, alguien que se implicaba en la fiesta con todo respeto y que sabía sin que nadie se lo dijera, lo que tenía que tocar en cada instante. Era, por tanto, un gaitero a la antigua usanza.

Jose Mari era consciente en todo momento de que estaba reproduciendo un ritual que otros gaiteros realizaron antes que él, y se sentía sentía heredero de aquellos viejos músicos que alegraron con sus sones la vida de nuestros pueblos… El «tío Mona» de Atienza, Los Marcotes de Noviales, Los gaiteros de Bañuelos, El «tuto» de Alaló, El «tío Calicía» de Ruguilla,el «tío Maroto» de Piqueras…

También José Mari Canfrán creó el festival de dulzainas de Sigüenza, que este año y ya con su ausencia por su enfermedad, celebró su decimocuarta edición. Este festival ha visto desfilar a los mejores dulzaineros y redoblantes de Castilla y del resto del Estado. En 1996, Canfrán en compañía de quien esto escribe, junto a Juanjo Molina, Carlos Blasco y Antonio Trijueque fundó la Asociación de Gaiteros y Tamborileros de Guadalajara, que publicó un disco en 1998 y ha colaborado en la recuperación de numerosas tradiciones en las que la dulzaina tenía un papel protagonista. Gracias tambien a su mediación e insistencia, junto con otras personas, presionó para que se creara una escuela de dulzainas en Guadalajara y posteriormente otra en Sigüenza, funcionando ambas en la actualidad con gran éxito de alumnos.

José Maria Canfrán siempre fue un hombre cabal y comprometido con Castilla, con un gran amor por su pueblo y por sus gentes y siempre acudió a todos los actos reivindicativos donde era convocado cuando de defender a su tierra se trataba. Villacadima 1988 (ver foto) en defensa del patrimonio, manifestaciones antinucleares, homenajes a dulzaineros o tamborileros fallecidos, etc. Además de pertenecer al grupo ecologista DALMA, desde 1999 estaba afiliado a Tierra Comunera, proyecto en el que estaba muy ilusionado y volcó alguno de sus últimos esfuerzos por Castilla.

© Panel mantenido por A. Herrera Casado – Guadalajara
editorial@aache.com – agosto 24, 2017