Nacido en
Alcalá de Henares, El ARCIPRESTE de HITA de la edición del LIBRO DE BUEN AMOR, de Aguilar, Madrid 1976 Lo mucho o poco que se sabe sobre el Arcipreste de Hita está en su obra: el Libro de Buen Amor. Es, de cualquier modo, un testimonio incierto, pues a pesar de su gran contenido autobiográfico, lo equívoco de su estilo hace que pierdan valor las más rotundas afirmaciones. El propio nombre del Arcipreste, Juan Ruiz, nos hace sospechar en la existencia de un seudónimo formado con dos términos tan corrientes en la época que incluso aparecen repetidas veces en la toponimia del Libro de la Montería, sin que pueda deducirse de ello la menor consecuencia biográfica.No mucho más segura es la designación: «Arcipreste de Hita». A falta de datos históricos que confirmen o nieguen la realidad de un Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, en las fechas de composición del Libro, sólo contamos con algunos indicios: el preciso conocimiento de la liturgia denota el oficio de un clérigo, si bien la amplitud de este término en la Edad Media no excluye una gama amplísima de formas de vida clerical. La relación del Arcipreste con el Arzobispo Don Gil de Albornoz, arzobispo de Toledo, y la vinculación a su corte o familia, es una hipótesis que cuenta con muchas probabilidades. Aparte de que la misión de llevar cartas a los clérigos de Talavera tiene, como la de la prisión del Arcipreste, aspectos que enlazan con tradiciones literarias, hay otros datos que apoyan una relación auténtica entre ambos personajes. Hasta fines del siglo xvii, según acredita el catastro del Marqués de la Ensenada, seguían vigentes privilegios otorgados por el Arzobispo Don Gil al Arcipreste de Santa María de la villa de Hita. También la referencia a Moya, villa del Arzobispo en la provincia de Cuenca y, que aparece citada en el Libro de Buen Amor, y el hecho de ser Don Gil la única gran figura contemporánea con clara referencia en el Libro, aumenta nuestra convicción de que es directa y real su relación con el Arcipreste de Hita. Hace años que dos investigadores albornocianos, Emilio Sáez y José Trenchs, estudiaron en los archivos españoles y vaticanos esa misma hipótesis. En una comunicación al Primer Congreso Internacional del Arcipreste de Hita (Madrid, Junio de 1972), atribuyen la identidad del Arcipreste de Hita a un familiar de Don Gil, llamado Juan Rodríguez (o Ruiz) de Cisneros, clérigo, hijo ilegítimo de un noble palentino, llamado Arias González, cautivado por los moros en los últimos años del siglo xiii. La extraordinaria historia de este supuesto Juan Ruiz, que nace y vive durante veinticinco años en la España musulmana, afirmarían el fuerte sentido «mozárabe» del Libro de Buen Amor y un directo conocimiento por el autor de la vida musulmana. Estos datos requieren, de todos modos, una confirmación documental. En nuestra opinión, existe un intenso paralelismo entre Juan Ruiz, que bien puede ser Juan Ruiz de Cisneros o un seudónimo, y el protagonista simbólico de la obra, caracterizado como Arcipreste de Hita. Fundado en datos históricos relativos a don Gil de Albornoz y en la clave oculta en el propio Libro, hemos llegado a la conclusión de que el «Arcipreste de Hita» es la figura paródica del Cardenal Albornoz, centro de una extensa crítica clerical y social. Esta clave corresponde con la intención expresada por el autor del Buen Amor de dar a sus versos y palabras un doble sentido, una «glosa», que en unos casos tiene referencia erótica y en otros histórica. [The History of
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