Juan Catalina GARCÍA LÓPEZ

Historiador
Cronista Provincial de Guadalajara.
Nacido en Salmeroncillo de Abajo (Cuenca), en 1845,
es el primero de los historiadores rigurosos
que se ocupa con un sentido moderno de la historia
de la tierra de Guadalajara.
Murió en Madrid, 1911, dejando una obra muy amplia,
referida especialmente a los pueblos de la Alcarria de Guadalajara

De Antonio Herrera Casado / Los Cronistas Provinciales de Guadalajara / Revista Wad-al-hayara nº 8

JUAN CATALINA GARCIA LOPEZ

Juan Catalina García LópezEl listado de Cronistas Provinciales de Guadalajara se inicia con don Juan Catalina García López, que nació en 1845, en el pueblecito alcarreño de Salmeroncillo de Abajo, hoy provincia de Cuenca. Hizo sus primeros estudios en el Instituto de Guadalajara, pasando luego a la Universidad de Madrid, donde cursa estudios de Filosofía y Letras, y de Derecho. Trasladado su padre, que era maestro, a Madrid, en 1868, allí puso su morada en la plaza de la Cebada, junto al antiguo hospital de La Latina.

Desde muy joven comenzó a colaborar en periódicos y revistas. Tales fueron El Fomento Literario, fundada por Gonzalo Calvo Asensio, y otras de marcado acento católico como El pensamiento español, La España, La Unión y otras. Fundo, junto con el marques de Cerralbo, La Juventud Católica, en la que dio numerosas conferencias de arte y arqueología.

Su carrera profesional fue rápida y brillante. Dirigió primero un Colegio particular. En 1885 gano las oposiciones a la Cátedra de Arqueología y Ordenación de Museos, de la Escuela de Diplomática. Entro en el cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, y alcanzo finalmente las Cátedras de Arqueología y de Numismática en la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid, cargo que simultaneo hasta su muerte con el de director del Museo Arqueológico Nacional.

Casó en 1871 con doña Juana María de las Mercedes Pérez Menéndez, teniendo de ella dos hijos y una hija. Hombre honrado a carta cabal, solo se ocupa de cumplir devotamente con su deber, educar rectamente a sus hijos y aumentar diariamente sus conocimientos de historia y arqueología, que llevaron a quitarle, en sus últimos años, casi por completo la vista. Con ese modo de entender la vida no llego a hacerse rico, pues la honradez y el dinero no han guardado nunca relaciones amistosas. Se compró una casita en Espinosa de Henares, que tuvo que vender al final de su vida. Murió pobre, el 19 de enero de 1911, en Madrid, siendo enterrado en la Sacramental de San Justo

Aparte de sus quehaceres profesionales, la preocupación por la historia le hizo conseguir otros galardones. Así, en 1870, a los 25 años de edad, fue nombrado académico correspondiente de la de Historia, llegando a tomar posesión de un sillón de numerario en dicha Academia el 27 de mayo de 1894, que fue el más feliz de su vida, según el confesara. Leyó en aquella ocasión su discurso sobre La Alcarria en los dos primeros siglos de su Reconquista. En la Academia de la Historia ocupo el puesto de Anticuario, y luego el de Secretario perpetuo, cargo en el que leyó las memorias de varios años. En 1893 se le concedió la Gran Cruz de Isabel la Católica.

Fue nombrado Cronista Oficial de la Provincia de Guadalajara en 1876. La laboriosidad de don Juan Catalina García le llevo a producir libros e investigaciones en numero superlativo. Trabajos de campo, en su faceta arqueológica, y especialmente trabajos bibliográficos y documentales en su investigación de archivos, le llevaron a construir una serie de grandes obras y un inmenso número de aportaciones en forma de artículos, de todo lo cual sería imposible trazar ahora ni siquiera un resumen. Destacare solamente aquello que hizo posible pasara el sabio García López a los anales de la historiografía hispana, y justificara su cargo de Cronista de Guadalajara.

Destacando como digo sus obras más importantes, podemos reseñar la Biblioteca de escritores de la provincia de Guadalajara y bibliografía de la misma hasta el siglo XIX. La Biblioteca Nacional premió esta obra en 1897 y dos años después se editó. A lo largo de sus 800 paginas discurren multitud de noticias históricas de nuestra tierra, protagonizadas por aquellos nativos de ella que, unos más, otros menos, dejaron algo escrito, ya en manuscrito, ya impreso. Para escribir esta obra magna, el señor Catalina García anduvo durante varios años revisando archivos, quitándole el polvo a los manuscritos de la Biblioteca Nacional, la Academia de la Historia, la Biblioteca de San Isidro y otras venerables instituciones madrileñas en las que se guarda tanto callado decir de nuestro pretérito discurso.

Fruto de tanta rebusca, de tan acendrada familiaridad con los libros viejos, fue otro gran trabajo, no completo totalmente, pero que ha resultado de gran utilidad a los bibliófilos de hoy día. Se trata del Ensayo de una Tipografía Complutense, editada en 1889, con unas 700 paginas y en la que nuestro autor daba cuenta ordenada de los libros que, desde principios del siglo XVI, salieron de las imprentas establecidas en Alcalá de Henares.

Por entonces, en 1887, publico don Juan Catalina el Fuero de Bribuega otorgado por el arzobispo toledano don Rodrigo Ximenez de Rada a la villa alcarreña, en el siglo XII, tomado del de Cuenca. Nuestro autor no solo publicó el texto de este Fuero, sino que lo comentó, y aun lo precedió de muy interesantes y critica apuraciones históricas acerca de la villa alcarreña. Ya finalizando el siglo, en 1894, don Juan Catalina toma posesión de su plaza en la Academia de la Historia, leyendo públicamente su trabajo La Alcarria en los primeros siglos de su reconquista, reuniendo en el mismo, como en apretado esbozo, todo el sabor histórico, etnográfico y artístico que este hombre atesoraba acerca de la tierra que le vio nacer.

También por entonces, en 1897, escribió con la profundidad erudita y científica que le caracterizaba, el Elogio del padre Siguenza, leyendo su trabajo en la Academia de la Historia y publicándolo luego como introducción a la edición de la Historia de la Orden de San Gerónimo de dicho autor seguntino.

Otros libros, ya mas pequeños, que el autor vio editados, son El libro de la provincia de Guadalajara, que pretendía poner al alcance de todas las edades y culturas los conocimientos sobre geografía, historia, economía y arte de este pedazo de España. Gran volumen adquirió su trabajo destinado a la gran Historia de España que se propuso hacer, entre todos sus miembros, la Academia de la Historia. En ella, don Juan Catalina García realizó el trabajo "Castilla y León durante los reinados de Pedro I, Enrique II, Juan I y Enrique III", que aparecieron publicados, en tres tomos, entre 1892 y 1893.

Su ultimo gran trabajo publicado fueron los Aumentos a las Relaciones Topográficas de España que enviaron los pueblos a la administración de Felipe II durante el ultimo cuarto del siglo XVI. Tras de la publicación del texto original, tomado por el autor de lo que se conserve en el monasterio de El Escorial, don Juan Catalina García escribió, con gran amplitud, la evolución histórica de estos pueblos, en su mayor parte de los partidos judiciales de Guadalajara, Pastrana, Brihuega y Sacedon. Tras de su muerte, en 1911, al año siguiente, se publicó como homenaje a su persona el volumen titulado Vuelos Arqueológicos, pequeño librito en el que figuran varios trabajos sueltos, algunos referentes a Guadalajara.

Pero la actividad de don Juan Catalina García no paro en estas grandes obras. Multitud de artículos en revistas y periódicos y varias conferencias pronunciadas y luego publicadas forman y completan su bagaje de legado fructífero en nuestros días. Recordaremos algunos trabajos suyos; escribió varios acerca de la Prehistoria; asi, por ejemplo, un resumen sobre La Edad de Piedra, El hombre terciario y otras publicaciones sobre arqueologia: Ceramica egipcia, Exploraciones arqu`eologicas en el cerro del Bu, Las ruinas de Numancia, etcetera.

De otros temas alcarreños, en especial de su Mariologia, también se ocupo el señor García López. Así, los trabajos suyos sobre Rasgo histórico acerca de Nuestra Señora de la Antigua, de Guadalajara, publicado en 1884, y El Madroñal de Auñón, publicado en tres números de la Revista de Madrid del año anterior.

Repasó también varios archivos, como los de la catedral de Cuenca, el municipio de Cifuentes, el del monasterio de El Escorial y otros varios, buscando siempre el tema inédito y de trascendencia.

Una de las tareas más importantes que realizo el cronista García López fue la elaboración del Catalogo del Patrimonio Artístico de Guadalajara, que le fue encargado por el Ministerio de Instrucción Publica a comienzos del siglo XX, y que no pudo terminar por haberle sobrevenido la muerte, pero que dejo muy avanzado y hoy se conserve inédito en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

 

Obras principales hoy editadas, pero todas ellas solo son posibles de encontrar en el mercado del libro de viejo, a altos precios:

Biblioteca de Escritores de la provincia de Guadalajara, de Juan Catalina García LópezCatálogo Monumental de la provincia de Guadalajara, edición en CD-Rom, AACHE Ediciones, 2001, 1ª edición. Ver aquí

La Alcarria en los dos primeros siglos de la Reconquista, Diputación Provincial de Guadalajara, 1974, 128 págs., algunas fotos.

Relaciones Topográficas de los pueblos de Guadalajara, con Aumentos a las mismas
, Real Academia de la Historia, 1903-1911 - 6 Tomos
Edición en CD-Rom de AACHE Edic. 2003 -Ver aquí

Biblioteca de autores y escritores de la provincia de Guadalajara, Editorial Sucesores de Rivadeneyra, Madrid, 1899.

Vuelos Arqueológicos, Biblioteca Patria, Madrid, s.a.

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