Licenciado y Político
Nacido en Tendilla (Guadalajara) hacia 1510, pertenecía a una de las escasas familias hidalgas radicadas en la villa, según citan las "Relaciones Topográficas", pero que daría capitanes y clérigos al reino, y alcaldes a la villa. Su ingreso en el colegio de San Bartolomé de Valladolid (16 de marzo de 1531) se presume fue favorecido por el segundo marques de Mondéjar (y tercer conde de Tendilla) Luis Hurtado de Mendoza. En el colegio se licenció en Decretales y fue bachiller en Utroque Iure. Condujo una cátedra de Decretales y fue responsable de una cátedra de Cánones en la universidad en el curso 1533-1534. Por los méritos mostrados ingresó como oidor en la chancillería de Valladolid en 1534. En la audiencia vallisoletana pronto atrajo la atención del presidente, el poderoso asturiano Fernando de Valdés, quien sería Gran Inquisidor. Valdés aconsejó fiar de la notable capacidad resolutiva de Pedro en el despacho de procedimientos retrasados. Poco a poco Pedro entró a formar parte de la clientela de Valdés, quien fue opuesto bastantes veces a Mondéjar. Mientras, Pedro no dejó de visitar su villa natal pues hay constancia de un pleito iniciado el 10 de octubre de 1542 por la muerte de un macho alquilado por el licenciado para ir con una sobrina a Tendilla. Fernando de Valdés le propuso infructuosamente para ser nombrado como alcalde de Casa y corte en 1545, más luego arribó finalmente al Consejo Real de Castilla por título firmado en Ratisbona el 24 de abril de 1546, tomando posesión en el Consejo el 2 de junio, ocupando la vacante por fallecimiento del consejero Sánchez del Corral. Asimismo, en la promoción debieron influir los oficios tanto del licenciado Francisco de Montalvo como del marqués de Mondéjar, llegado a la presidencia del Consejo de Indias por entonces. El Consejo Real era tanto el "tribunal supremo" de reino como un cuerpo al que el rey consultaba en cuestiones políticas y administrativas. La protección de Valdés se tradujo asimismo en la entrada de Cortés en el Consejo Supremo de la Inquisición en 1548, sucediendo a Fortún Ibáñez de Aguirre que había asistido hasta el 3 de febrero de 1547 a dicho Consejo. No era extraña la presencia de seglares en el Consejo Supremo inquisitorial, aunque el propio Gran Inquisidor Valdés fuera remiso a ello, incluso tratándose de miembros seglares de su clientela, por su temor de perjuicios a la precedencia inquisitorial, que estaba obligado a guardar como depositario de soberanía apostólica. Lógicamente el emperador Carlos V y, en su nombre, su hijo Felipe como regente defendían el punto contrario, promoviendo su entrada. Aquí hemos de hacer notar que no todos los documentos de la época se han conservado y algunas fechas han de inferirse por las de muerte del predecesor o toma de posesión del sucesor en los cargos. La pronta muerte truncó la carrera de Pedro que debio fallecer antes del 23 de diciembre de 1549 en que se nombró su sucesor a Pedro López de Arrieta. Su vida no llegó, pues, a la cuarentena. La preeminencia alcanzada por Pedro como miembro del Consejo Real dejó recuerdo en su villa natal pues en 1580 contaron de él hablando de los personajes famosos de la villa: "El Lizenciado Pedro Cortés fué nascido en esta villa, y fue
hijo de Thomás Lopez, labrador, hombre limpio, el qual lizenciado era
sobrino (hijos de hermana) del dicho Inquisidor Pedro Cortés; siendo
estudiante en Salamanca, por sus letras y virtud alcanzó el Colegio
de S.n Bartolomé, donde fué proveido por oidor de la Real Audiencia
de Valladolid, y visto por su Magestad del Rey D.n Felipe nuestro Señor
su chrishandad, asiento y cordura, le sacó para oidor de su Rea1
Consejo, y de allí adelante le tuvo en su memoria, cometiéndole
negocios arduos, entre los quales le cometió la causa y Proceso de
Pizarro, que su Magestad le tenia preso en la mota de Medina, despues
de haberle traido preso el Licenciado Gasca del Perú, y al tiempo de
la determinacion del Proceso murió el dicho oidor, la qual muerte
sintió su Magestad por ser una de las buenas piezas que habia en el
Reyno, y no de menos peso á Pizarro, porque entendia que le guardaria
justicia por la buena opinion que tenia dél, el qual, si llegara A
viejo, fuera uno de los más privados del Reyno". Referencias
[Volver a la Página Principal de Alcarreños Distinguidos] @ Panel mantenido por A. Herrera Casado
- Guadalajara |