|
Rufino Blanco
Sánchez
Profesor. Escritor.
Nació en Mantiel (Guadalajara) en 1961.
Murió en Madrid, en 1936.
Una
semblanza breve de Rufino Blanco y Sánchez
Texto
de Eduardo Málaga García | Este
ilustre pedagogo y periodista nació el 16 de Noviembre de 1861, en
Mantiel (Guadalajara)y murió asesinado en Madrid el día 3 de octubre de
1936.
Siendo aún niño se trasladó con sus padres a Madrid. Muy pronto destacó
por su simpatía, inteligencia y laboriosidad en los estudios. Fue Maestro
Nacional, obtuvo por oposición la Regencia de la Escuela Aneja de la
Normal Central de Madrid.
Casado ya, continuó sus estudios, doctorándose en Filosofía y Letras en
la Universidad Central, siendo discípulo predilecto del gran polígrafo
español don Marcelino Menéndez y Pelayo. Durante muchos años fue
profesor de la Escuela de Criminología, pero su cariño y vocación por
el Magisterio le hicieron centrar sus actividades en el campo de la
Pedagogía y de su Historia, explicándola en la Escuela Normal Central de
Madrid.
En 1909 fue comisionado con otros compañeros por el entonces Ministro de
Instrucción Pública, don Faustino Rodríguez Sampedro, para crear y
organizar una Escuela de Estudios Superiores del Magisterio, equivalente a
una Facultad Universitaria de Pedagogía, pero con propia autonomía y
libertad de acción, presidida por un Comisario regio, que dependía
directamente del señor Ministro.
El prestigio del profesorado, seleccionado libremente de diversos centros
docentes españoles, aseguró su resonante éxito. En el Claustro de
profesores figuraron con él, entre otros, los siguientes: Ortega y
Gasset, Piñerúa, Strong, Vegue y Goldoni, Beltrán y Rózpide, Zaragüeta,
Luis de Hoyos, De las Barras Aragón, Magdalena Fuentes y Anselmo González.
Sus diferentes ideologías no fueron nunca obstáculo para sentir todos el
anhelo de formar un idóneo profesorado que con nuevos estilos de trabajo
e investigación en los campos experimentales fueron llenando poco a poco
las Inspecciones de Enseñanza Primaria y las Escuelas Normales.
En 1914 apareció el primer Plan de estudios que mereciera tal nombre; de
potencia tal que, unido al plan ministerial de creación y construcción
de Escuelas, parece que nació en España un nuevo Magisterio Nacional,
bien formado y dirigido, cuyos resultados causaron asombro en aquellas épocas
aun no lejanas.
Gran parte de este éxito se debe a la persona de Rufino Blanco, quien
centró en sí la mayor actividad y encauzamiento de aquella inolvidable
Escuela de Estudios Superiores del Magisterio, que nada tenía que
envidiar a sus similares del extranjero.
La visión del futuro de la Escuela primaria española, la cifró el
eximio profesor Rufino Blanco en la Escuela Graduada, cuyo nuevo sistema
apareció en la primera decena de este siglo. Él intuyó enseguida, cómo
educando a escolares de mentalidad homogénea, el Maestro, con un mínimo
de esfuerzo, conseguiría un máximo rendimiento, encajado así en la
"ley económica del menor esfuerzo", fundamento racional de la
Escuela Graduada.
Accidentalmente, fue don Rufino Gobernador Civil de Segovia, en la época
monárquica y como periodista, el Marqués de Valdeiglesias, le nombró
Director de EL UNIVERSO. También
fue colaborador asíduo de ABC en donde unas veces con su firma, otras con
el pseudónimo de "Un Crítico de la Alcarria", deleitaba con su
ágil pluma, de estilo claro, a quienes tuvieron la suerte de leer sus artículos.
Conoció todos los Centros docentes españoles y los más importantes del
extranjero; conoció también lo tradicional, lo castizo y lo exótico,
tomando lo que mejor convenía a nuestra idiosincrasia y no se oponía a
nuestro catolicismo.
A pesar de su extremada delgadez disfrutaba de envidiable salud, atribuyéndolo
a su régimen vegetariano, no habiendo estado nunca enfermo. Incansable
para el trabajo como profesor, autor y publicista, siempre cumplió con
sus deberes de profesor y de caballero católico.
En sus múltiples viajes conoció el movimiento pedagógico moderno,
preconizado por Claparéde, Binet, Kerschensteiner, Dewey, Cardenal
Mercier y tantos otros con los que mantenía relaciones profesionales.
Ello le llevó a escribir obras de fama universal como su "Bibliografía
pedagógica"; "Bibliografía Pedagógica del siglo XX",
"Bibliografía general de Educación Física", "Teoría de
la Educación", "Teoría de la enseñanza",
"Organización escolar", "Apuntes sobre Biología pedogógica"
y "Paidología y Pidotecnia", además de muchas monografías,
destacándose las que escribió sobre Platón, Pestalozzi, La Salle,
Quintana y otros.
En
1927 era catedrático de la Escuela Superior de Magisterio, de Madrid, y
por entonces dio una conferencia sobre “Menéndez Pelayo, bibliógrafo y
erudito”.
Estaba en posesión de condecoraciones, ocupó cargos relevantes en
Instituciones culturales y políticas. Así llegó el año 1936. En el mes
de Abril ocupó la vacante del gran político español don José Sánchez
Guerra, en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas; versando su
discurso de entrada sobre "Fundamentos de Educación moral y de
educación cívica". Pocos meses después, a los 75 años, fue
asesinado este hombre clarividente, rector y formador del nuevo Magisterio
Nacional.
© Panel mantenido por A. Herrera Casado - Guadalajara
aache@eresmas.net - agosto 05, 2003 |
|