Caminos, puentes y fuentes en la villa de Auñón

Como un recurso recuperador de espacios, toponimias y vivencias perdidas, este libro es catálogo de los recónditos lugares que conformaban un pueblo, una sociedad y un universo al mismo tiempo: el autor, que nació en aquel rincón de la Alcarria, recorrió durante toda su vida esos caminos que ahora nombra (y con ellos los resucita) y lamenta su pérdida. Esos caminos que llevaban a cualquier parte, y a todas, y que se escondían entre los pinos y escalaban los picos.
A esa relación de presencias naturales, Alberto del Amo añade la referencia de los puentes (grandes o mínimos) que por el término ayudaban a cruzar arroyos, o el gran río, que es el Tajo, y que lame los bordes del municipio.
En ese sentido, la historia y la descripción del gran puente medieval de Auñón sobre el Tajo, que es un verdadero monumento príncipe del patrimonio histórico-artística de la Alcarria, es la esencia del libro, muy probablemente.
La tercera parte se va en la meticulosa recogida de nombres y posiciones de las fuentes del término. La pérdida de muchas es la evidencia de que el planeta tiene a secarse. Otras abandonadas han tomado caminos distintos y en cualquier caso la mayoría se han olvidado, porque ya nadie las usa.
Es este un libro sencillo, íntimo, pero espléndido de datos y sugerencias. Un análisis de la naturaleza de un pueblo de la Alcarria. Meticuloso, enciclopédico, ilustrado y vivo. Ojalá todos los pueblos de nuestra tierra tuvieran referencias como estas, y a un Alberto del amo tan enamorado de su tierra, tan estudioso de ella, y tan sapiente de lo que tuvimos y evocamos.