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Andrés ALCÁZAR
Médico. Cirujano.
Catedrático.
Nació en Guadalajara (ca. 1500),
y murió en Salamanca en 1584.
Andrés
Alcázar, cirujano del Renacimiento
por Antonio Herrera Casado
en "Gran
Enciclopedia de Castilla-La Mancha"
Zaragoza, 1982. Tomo I, pág. 115.
Médico y cirujano, catedrático de
Cirugía. Nació en Guadalajara, a comienzos del siglo XVI. Fue profesor
de Cirugía en la Universidad de Salamanca, en su Facultad de Medicina.
Consta documentalmente que ejerció este cargo de 1573 a 1578. Ejerció
también su profesión en Avila y Segovia, muriendo ya viejo en Salamanca.
Fue un innovador de la cirugía hispana del siglo XVI, exponiendo con
precisión un aparato para la extracción del pus d ela cavidad torácica.
su máxima obra son Los seis libros de Cirugía, impresos en un sólo y
magnífico tomo en Salamanca, año 1575. Andrés Alcázar figura, con toda
justicia, en los primeros puestos de la ciencia quirúrgica española del
Renacimiento.
El
neurocirujano Andrés Alcázar
Alcarreño que debiera
serlo de honor, es Andrés Alcázar, que nació en nuestra ciudad, en los
primeros años del siglos XVI, y murió en Salamanca en 1584.
Fue Andrés Alcázar médico antes que nada, y cirujano de forma añadida,
inventor además de geniales instrumentos para realizar lo que sabemos que
de vez en cuando hacía: operaciones quirúrgicas para tratar de curar
enfermedades relacionadas con la cabeza, con el cráneo, especialmente las
graves heridas recibidas por accidente en esta parte del cuerpo.
No
quiso ocultar el lugar de su nacimiento Andrés Alcázar. Y por declararlo
solemnemente, en la portada de su más famoso libro lo puso en letras
grandes. Además, en el contexto del mismo explicó algún detalle más. Y
así refiere que en su ciudad natal estudió la ciencia de curar con su
maestro Antonio. Respecto a esto añade: siendo joven y estando pasando
la práctica en Guadalajara, mi pueblo, con mi suegro y maestro Antonio...,
siendo la opinión de algunos ilustres historiadores que este fuera
Antonio Aguilera, un conocido y famoso, también escritor, farmacéutico y
biólogo de conocida familia y alta fama en la ciudad, aunque natural de
Yunquera de Henares.
Andrés Alcázar estudió la carrera de médico en la Universidad de
Salamanca trabajando luego, en Avila y Segovia. Volvió a la ciudad
salmantina para opositar a la cátedra de Cirugía, que se había creado
en esos años, y sin mayores problemas la ganó, en 1567. Como
catedrático de Cirugía de la Salmantina Universitatis permaneció el
resto de su vida, muriendo en la ciudad del Tormes en 1584.
Aunque su fama realmente le viene de lo que hizo y escribió, sabemos que
como profesor fue también excelente, y que según dicen sus
contemporáneos leía en su cátedra el clásico texto de Guido e leía
muy bien y a provecho y en latín, e continuadamente da su hora y avn mas
si lo dexasen. Esta condición de profesor universitario queda patente
en la sistematización y exposición de su obra.
Cuando Andrés Alcázar, ya anciano, con más de ochenta años a sus
espaldas, a petición de sus discípulos preparó su famosa obra impresa,
el Libri Sex, llamado así
porque consta de seis libros de cirugía reunidos en un volumen. Esos seis
libros ofrecen lo más señalado de lo que Alcázar estudió y mejoró en
sus años de práctica y profesorado.
El primero de esos seis libros es el titulado De
las heridas de la cabeza. El segundo está dedicado a los
problemas quirúrgicos del sistema nervioso periférico. El tercero se
refiere a las heridas torácicas, y el cuarto a las abdominales. El quinto
libro trata de la sífilis como enfermedad entonces en propagación,
temida y extraña (una plaga bíblica se pensaba que era) y el sexto
estudia la clínica y prevención de la peste bubónica, otro de los temas
que mayor preocupación provocan entre la población del mundo occidental,
aunque no fuese un tema estrictamente quirúrgico. De los seis capítulos
o "libros" escritos por Alcázar, el que más repercusión tuvo
fue el primero, llegando a ser reeditado aisladamente siete años
después. Los otros, que también contienen novedosas aportaciones al arte
quirúrgico y médico, no tuvieron tanta fortuna como el dedicado a la
cirugía craneal, que era sin duda el más llamativo, y es por el que
nuestro paisano ha alcanzado tan altas cotas de fama póstuma entre los
historiadores de la ciencia, y entre las gentes cultas en general.
El libro de Andrés Alcázar sobre la Cirugía
Craneal consta a su vez de 25 capítulos, que presentan
desde la anatomía de la cabeza, a la clasificación de las heridas
cefálicas según la etiología y localización, y desde el diagnóstico
diferencial de las mismas hasta el pronóstico en general y en particular.
Desde el capítulo doce hasta el final, Alcázar ofrece soluciones
terapéuticas, tanto desde el punto de vista médico como quirúrgico,
para cada uno de los tipos principales de heridas.
Propone muy acertadamente una visión semiológica de las heridas de la
cabeza, tal como ya se había hecho en los tratados clásicos de cirugía,
en especial de Guy de Chauliac, pero también añade muchas otras
valoraciones, síntomas y signos recogidos de su propia experiencia
personal, describiendo los síntomas neurológicos: los vértigos, las
alteraciones de la voz y la visión, los vómitos, la fiebre, las
alteraciones del equilibrio, del tono muscular, de la micción y de la
defecación, etc., ya que la simple valoración de las heridas por su
aspecto o localización resultaba insuficiente, y la ignorancia de sus
conexiones en el interior del cuerpo podía llevar, como nos dice en su
libro, a gravísimos errores.
Esta primera parte de las heridas del cráneo es sin duda la parte cumbre
de su obra, la más completa exposición sobre el tema publicada en el
siglo XVI, muy superior a las de los textos de Ambroise Paré y Andrea
della Croce. De ahí el interés, creciente hoy en día, por analizar con
detenimiento lo escrito y estudiado por el alcarreño Andrés Alcázar.
Se manifiesta Alcázar firme partidario de la trepanación craneal, pero
afinando en sus indicaciones y mejorando la técnica que hasta entonces se
tenía. Para ello ideó, propuso y finalmente construyó algunos trépanos
con el fin de solventar los inconvenientes que presentaban los hasta
entonces existentes. Como no podía ser menos, el humanista Luis
de Lucena, médico y sabio que lucía en los salones de la Corte
vaticana, los dio a conocer por Italia y Francia, hablando de ellos a los
mejores cirujanos de estos países. Es curiosa, pero cierta, la anécdota
de que Alcázar dijo que había fabricado sus trépanos treinta años
antes de la aparición de la obra de Guido Guidi, (a quien acusa de haber
plagiado sus instrumentos diciendo que había tenido ocasión de
conocerlos a través de Luis Lucena). También es autor de un instrumento
destinado a aspirar el pus impidiendo al mismo tiempo la entrada de aire
en el interior del tórax, sirviendo así mismo para la aplicación de
medicamentos.
La primera edición del Libri Sex...
de la cirugía craneal de Andrés Alcázar se hizo en la imprenta de
Domingo de Portonaris, en Salamanca, el año 1575.
Bibliografía
La bibliografía actual
sobre Andrés Alcázar es muy breve. Habla de él especialmente el
profesor Luis Sánchez Granjel, en el capítulo dedicado a la
"Cirugía del Renacimiento en Italia-España-Inglaterra", en las
pp. 164-170 del tomo IV de la "Historia Universal de la
Medicina" dirigida por el Prf.P. Laín Entralgo, Barcelona (Salvat),
1973. También en diversas partes de la obra de Sanchez Granjel, "La
Medicina Española Renacentista", Salamanca, 1980, pp. 35, 53, 203,
210, 217, 221, 226 y 229, de donde hemos tomado los dos grabados que
acompañan esta página. Además aparece en los estudios de Sanchez
Granjel, La obra de Andres Alcazar.
Clin. Lab. 1959', nº 67, pp. 154-160, y en el de M.T. Santander
Rodríguez, La creación de la cátedra de Cirugía
en la Universidad de Salamanca, en "Actas del II Congreso
Español de Historia de la Medicina", Vol. II, Salamanca, 1965, Págs.
401- 423. También se trata de Andrés Alcázar y su obra en:
Andreae Alcazaris medici,
ac chirurgi Guadalaxarensis ... Chirurgiae
Libri sex : in quibus multa antiquorum, et recentiorum subobscura loca
hactenus non declarata, interpretantur. Salamanticae :
in aedibus Dominici à Portonarijs, S. C. M. Typographi, 1575.
Chinchilla A: Anales Historicos de la Medicina en General y
biografico-bibliografico de la Española en particular, London Johnson
reprint. Co, 1967; 1: 386-388,
Chinchilla A: Historia particular de las intervenciones quirurgicas,
Valencia 1841.
Escribano: La cirugia y los cirujanos espanoles del siglo XVI. Granada
1939.
Esperabé, E; Historia pragmatica e interna de la Universidad de
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García del Real E : Resumen historico de la medicina en España.
Madrid,
Reus, 1921, pp 167-170.
Garrison FH: An epitome of the History of Spanish Medicine. Bull N.Y
Academ. Med. 1931; 7: 604.
Sánchez Granjel, L,: La obra de Andrés Alcazar. Clin. Lab. 1959, 67:
154-160.
Krenger W: La Medicina de España durante el Siglo de Oro. Actas Ciba 1939.
Le Jeune F: La cirugía española en su época de explendor (1550-1650)
Actas Ciba 1936; 3" 71.
López Piñero J.M., García Ballester L: La obra de Andrés Alcazar
sobre la trepanación. Valencia 1964. Cuadernos valencianos de
historia de la medicina y de la ciencia, nº 2, serie B (Textos clásicos)
National Library of Medicine Cat /0124755 ( 1 to 1 from Histline).
López Piñero JM, Glick TF, Navarro Broton V, et al: Diccionario Histórico
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Santander
Rodríguez T: Escolares médicos en Salamanca, (Siglo XVI) Salamanca,
Europa Artes Graficas. 1984.
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