
El autor de este magnífico e increíble libro es el vecino de la Ciudad Valdeluz (municipio de Yebes) David Jerez Díez, y es el título “Yebes, esencia natural”. Está editado por la concejalía de Medio Ambiente de Yebes, y pesa más de dos kilos. Tiene muchas fotos, exactamente 424, y algunos textos que
comentan lo que la cámara ha captado. Este es este un libro de imágenes, de fotografías “superperfectas”, y ellas son las únicas encargadas de decirlo todo.
En el índice de la obra, con algunos títulos de expresión literaria, se anuncia la compartimentación de las fotografías, que son eje de un largo camino. En ese índice se trata de referir el contenido: imágenes de plantas y animales, de cosas que viven en el aire, de colores variados, de espectáculos nocturnos, de creatividad al límite y de parcelas del tiempo que son capaces de definir el latido de la vida.
Como no se trata de construir una pieza literaria en torno a este libro de David Jerez, sino de explicarlo y justificarlo, puedo decir que lo que ofrece es una colección muy grande de fotografías perfectas, que ofrecen aspectos de lo más variado de la Naturaleza en el término de Yebes, en los alrededores de Valdeluz.
Si algo hay de excepcional en la obra, es la maestría de su autor haciendo fotos. Al parecer, no hay en ellas, en sus resultados, artificio alguno emanado de aplicaciones informáticas, sino que son imágenes ofrecidas e impresas sobre papel tal como la maestría del autor, y su paciencia, han conseguido hacerlas. Sería prolijo destacar algunas, (las hay excepcionales, con esas miradas de arañas, esos vuelos de pájaros, esas conjunciones de ramas y hojas…) y en todo caso cabe destacar la perfección técnica y la belleza obtenido.
Seguro que el autor ha realizado muchas más, miles y miles de fotografías, y nos ha ofrecido en su libro las mejores, selectas, opulentas de color y testigos fieles de la realidad en que vive.
Solo destacar dos méritos que este libro, apoyado ejemplarmente por el Ayuntamiento de Yebes, tiene: una es la evidencia de la enorme riqueza natural que Valdeluz y su entorno conserva, de tal modo que quien lo vea pensará que está reflejando imágenes de algún lugar remoto y virgen del planeta Tierra. Otra es el conjunto inigualable de fotografías de naturaleza que contiene. Y que no trata en ningún momento de dar lecciones, de explicar especies o costumbres, ciclos ni estaciones. Simplemente muestra el mundo que él ha visto, que ha buscado, que existe. Y mostrarlo con una fuerza que arrebata, con una perfección que, afortunadamente, ha sido respaldada por la calidad técnica de la empresa que lo ha impreso, consiguiendo ese añadido valor que todo libro debe tener: la correcta hechura guardando intacto, y aun mejorándolo, el contenido que expresa la honrada lucha por comunicar cualquier humana intención.
N.B. El libro lleva el subtítulo de 424 latidos en el corazón de la Alcarria. Como pista, vale. Pero cuando uno lo abre y ve lo que encierra, sobran todas las palabras.