En el Centenario de Pérez Villamil

Se cumple este año el centenario del fallecimiento de un ilustre seguntino, a quien debería recordársele por los muchos méritos que ganó en vida en relación con su trabajo como arqueólogo, historiador y «publicista» y muy especialmente por haber sido el autor de uno de los libros claves para entender Sigüenza y en especial su monumento más preciado, la Catedral de Sigüenza.

Arqueólogo y escritor español, nacido en Sigüenza (Guadalajara) el 3 de octubre de 1849, hijo de Manuel Pérez-Villamil Fernández-Villamil y de María del Carmen García-Somolinos.
Estudió en las Facultades de Derecho y Filosofía y Letras y el primero de marzo de 1886 ingresó como Aspirante en el Cuerpo de Archiveros, prestando desde entonces sus servicios en la Sección de las Edades Media y Moderna del Museo Arqueológico Nacional, de la que ha sido jefe y donde llevó a cabo la redacción de cédulas de los Bronces Visigodos.
Tomó posesión en el Museo en 3 de Marzo de 1886, cesando por jubilación en 7 de octubre de 1916. Es elegido miembro de la Diputación Provincial de Guadalajara (en 1872 participa en las reuniones de la misma). El 14 de marzo de 1904 hizo su ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Obtuvo en 1905 el premio al Talento, concedido por la Real Academia de la Historia, en cuya corporación ingresó el 18 de mayo de 1906, leyendo su discurso de ingreso el 12 de mayo de 1907. Participó en la fundación de la Unión Católica en 1881, junto con personalidades tales como Menéndez y Pelayo; esta asociación era de tendencia católico-integrista, con raíces carlistas. Entre los años de 1879 y 1887 dirigió «La Ilustración Católica», la que se dedicó principalmente a divulgar en España la arqueología cristiana. Fue también Catedrático de Teoría e Historia de las Bellas Artes del Centro de Estudios Católicos de Madrid y además de su nutrida colaboración en «La Crónica», «El Siglo Futuro», «La Ciencia Cristiana», «La Lectura Dominical», «Revista de Archivos», «Boletín de la Real Academia de la Historia», «Catholic World«, etc, …,

Manuel Pérez-Villamil leyó su discurso de ingreso en la Real Academia de la Historia  el 12 de mayo de 1907).

Continuó también las «Relaciones Topográficas de España, Guadalajara y pueblos de la provincia» publicadas en el tomo XIV o XVI del «Memorial Histórico» (1914), que habían sido iniciadas por Juan Catalina García López.
Casó con Doña Concepción Pineda y González-Maldonado y con ella hubo diez hijos de los que cuatro murieron a muy temprana edad. Falleció en Madrid el 11 de diciembre de 1917.