Desde dentro del Maratón

Aún recuerdo la primera edición del Maratón, con mucho calor en la Plaza Mayor, Blanca Calvo de alcaldesa, Antonio Buero de telonero principal, seguido de José Luis Sampedro y otros notables. No duró mucho, pero aún aguantó toda la noche con gente subida a un estrado con un micrófono delante. Cuajó la idea, y hoy acaba de abrirse la XXVIIIª edición. Menudo cambio!!!

Vengo del patio de los leones, en el Palacio del Infantado. Solemne el lugar y sonriente la decoración. Expectación, y muchas ganas, de oir y de contar. Ilusión a raudales, en grandes y en pequeños. Y emoción, porque quienes hemos vivido todas las ediciones, sabemos que ha ido creciendo como una levadura.

Ha abierto esta tarde el “alcalde en funciones” Antonio Román, el doctor Román, que ha sabido y querido mantener vivo este Encuentro durante los doce años que ha durado su alcaldía. Todo ha ido a más, a mejor, a más gente, a mejor calidad en las instalaciones (a pesar de algunos años con puertas cerradas y como de prestadillo en otros lugares).

He acompañado al grupo de la Asociación de Amigos de la Biblioteca de Guadalajara, que ha contado su cuento brujeril con gracia y ambición. Lo han hecho muy bien. Van a más. En definitiva, de lo que se trata es de participar en esta fiesta (que empieza a tener dimensiones universales) de la narrativa oral y el arte, -esencial de la Humanidad- de comunicar.

Otros tres días plenos de cuentos, de contactos, de risas y músicas, de dibujos y fotos. Pero, sobre todo, tres días de oir relatos, sencillos o sublimes, expresados por la laringe de gentes diversas, articulando órganos y exprimiendo respiraciones.

Tres días en los que #Guadalajara vive de pleno su hastag de #CiudadDeLosCuentos, y la esperanza entre medias de que nuevas manos dén mayor impulso a esta fiesta que debería protegerse con mayores guardas presupuestarias: un Museo de la Narración, una delegación permanentemente abierta de comunicación y oferta a los miles de grupos y narradores que hay en el muno. Que Guadalajara será una capital, en el más amplio sentido de la palabra. La Capital de la Narración Oral.