La plaza mayor de Tembleque
La plaza mayor de Tembleque
La de Tembleque es una de las plazas más bellas de toda la Región y aún de España.
Se levantó en el siglo XVII en el reinado de Felipe IV, y se inauguró con una corrida de toros, pues en realidad se diseñó para ese fin.
Su objetivo principal era el de servir de marco idóneo a los espectáculos de juegos de toros.
Ha sufrido numerosas reformas a lo largo de los siglos. En 1809, tras el desastre de Ocaña, el ejército francés la incendió y saqueó la villa, quedando esta plaza muy mal parada.
La estructura de plaza
Su estructura recuerda también a los corrales de comedias de aquella época. Es de planta casi cuadrada, y está soportalada con columnas toscanas de granito, sobre las que asientan los cuerpos de galerías abiertas.
Todo el armazón de estos edificios es de madera, incluyendo en ello los dinteles, las zapatas y los pies derechos.
Los antepechos de estas galerías están decorados con tallos vegetales y con cruces de Malta, que son en realidad simbólicas de la Orden de San Juan a la cual perteneció la villa en anteriores siglos.
El Ayuntamiento
En el flanco norte de esta plaza, rompiendo el desarrollo de las galerías, está el edificio del Ayuntamiento, construido en la misma época, mediado el siglo XVII, exactamente en 1654. Es edificio de piedra sillar en la base y las esquinas, siendo de mampostería el resto.
Es innegable su aspecto clasicista, con gran puerta y cuatro ventanas enrejadas en el nivel inferior y una gran balconada central con tres vanos de frontones rebajados, donde se alojan las armas de la villa., en el superior.
El torreón de la entrada
Sin duda lo más llamativo de esta plaza de Tembleque, con tan fuertes connotaciones de urbanismo netamente manchego, es el torreón que se alza sobre la entrada en el lado sur, soportado por columnas toscanas de granito, similares a las de las galerías del resto de la plaza, pero algo más elevadas, sobre un plinto. Soportan dos pisos de galerías, apareciendo en el inferior un pequeño palco volado, que es uno de los detalles que manifiesta la vocación festiva de esta plaza, con un antepecho de barandilla de hierro, que se repite en el segundo piso, aunque sin el antepecho. Aún este torreón muestra un tercer piso de menores dimensiones, que se cubre con tejado a cuatro vertientes y luce en su cumbre una veleta con la Cruz de Malta. En su interior hay escaleras de fábrica y madera que permiten el acceso a las distintas plantas. Tiene este torreón abiertas sus galerías tanto al interior como al exterior de la plaza.
En el flanco oriental se levantan casas de encalados muros, pero sin interés especial. Se ve que esa parte de la plaza perdió sus galerías en tiempos pasados. Todo el pavimento de la plaza de Tembleque es de tierra, excepto el circuito perimetral, empedrado. Y su aspecto es, sin duda, uno de los mejores de la región castellano-manchega.
Más datos sobre la plaza de Tembleque
En este libro, dedicado a las “Plazas Mayores y Ayuntamientos de Castilla La Mancha” de Herrera Casado, puedes encontrar más datos sobre Tembleque y sobre muchas obras plazas mayores y ayuntamientos de la Región castellano-manchega.