Museo Diocesano de Sigüenza

Se encuentra situado en el viejo palacio de los Gamboa de Sigüenza, frente a la catedral. En su fachada, de pequeñas ventanas y grandes balcones, luce esquinero un soberbio escudo de armas perteneciente a esta familia. El Museo se extiende por la planta baja, planta alta, y patio. Se formó esta Museo gracias al personal empeño y cuidados del obispo de la diócesis don Laureano Castán Lacoma, con el objetivo de salvar del expolio y ofrecer a los estudiosos y a los fieles la imagen de un arte pretérito. Inaugurado el 11 de mayo de 1968, conserva más de 300 piezas de todos los estilos, predominando la pintura y la escultura, aunque también ofrece piezas de orfebrería, vestimentas sagradas, libros y códices, fragmentos de altar, pilas, puertas y hasta elementos de la arqueología celtibérica recogidos en la zona.

En 1999 recibió una reforma amplia, que nos permitió contemplarlo durante unos meses transformado en una especie de “Edades del Hombre” diocesana, lo mismo que ha ocurrido en 2004, en que ha ofrecido su mejor material en la exposición “Gratia Dei” conmemorativa del 150 Aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, en diversas exposiciones tenidas en Zaragoza, Logroño y la iglesia de Santiago de Guadalajara. Y más recientemente, en 2017, con otra exposición monográfica en torno a la memoria del Cardenal Cisneros en Sigüenza y su diócesis.

Para quien viaja a Sigüenza, y admira su urbanismo, sus edificios, sus iglesias románicas y sus alamedas, este Museo Diocesano de Arte Antiguo es el obligado final en que pueden mirarse, como con una lupa, las mejores ofertas del arte de todos los tiempos. En sus múltiples salas y en su patio interior columnado, se exhiben cerca de trescientas piezas artísticas, hallándose representados en éllas artistas tan valiosos como Zurbarán, Ribera, Morales el Divino, Gaspar Becerra, Salzillo, Carmona, Monegro, etc.

Un contenido sorprendente

Al escribir estas líneas, el Museo no ha sido aún abierto al público tras su última restauración, y es por ello que aquí describimos las más importantes piezas que ofrece este Museo al visitante, sin especificar ubicación. Una de ellas es el Entierro de Cristo, pintura sobre tabla con remate semicircular, pues procede de un enterramiento lateral en la iglesia de Pozancos. De estilo gótico, castellano‑flamenco, con influjo de Fernando Gallegos, es obra de finales del siglo XV, y al ser de autor anónimo se le atribuye a un hipotético “maestro de Pozancos” que pertenecería al círculo de Juan de Flandes o Juan de Borgoña, de los que hereda un interés por las figuras y, en especial, por los rostros, muy bien tratados.

Otra pintura de este museo consigue atraer poderosamente la atención del visitante y quedar prendida en su recuerdo para siempre: es La Piedad atribuida a Luis Morales el divino. Se trata de una pintura sobre tabla, enmarcada por una decoración dieciochesca muy rica, en cuya parte inferior se ha querido representar, en grabado, la ciudad de Florencia. Debe admirarse la hondura psicológica de la Virgen y el realismo físico de los dos únicos personajes que integran la escena. La Virgen tiene una expresión dolorida y fuerte, mientras que la imagen de Cristo es dramática, muy conseguida.

Y en punto a pinturas, debemos destacar sobre todas la que representa a La Inmaculada Niña y que está firmada por Zurbarán. Es llamativa la expresión de esta Virgen que no pasa de los 15 años de edad, el modelo que sirviera a Zurbarán para representarla, y son expresivos de su arte los paños, azul y blanco, que la cubren, así como el conjunto de símbolos de la Letanía leurentinas que la rodean, como expresión de todas sus virtudes. Este cuadro añade el detalle interesante de representar en su parte baja, con todo detalle y fidelidad, la ciudad de Sevilla, para cuyo Ayuntamiento la pintó el extremeño, siendo luego regalada por esa ciudad a Jovellanos, quien a su vez se la donó a su amigo Juan Arias de Saavedra, que la puso en su palacio de la calle mayor de Jadraque, de donde se sacó para ser puesta aquí, en Sigüenza.

También en el grupo de las pinturas debe ser admirada una Anunciación de El Greco, procedente de la catedral seguntina, y aquí depositado en préstamo. Es una obra clásica del autor griego, y formó parte de un retablo que pintara para la catedral, luego desmembrado y dispersas sus escenas por diversos museos de Europa.

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Aunque hay muchas otras pinturas, es de destacar alguna representación “moderna” como el enorme cuadro de La toma de Huesca por el rey Pedro I en el que figura Sancho Ramírez, sobre su caballo, herido de muerte, inclinado sobre otro jinete que le recoge, su hijo Pedro I, teniendo por fondo la silueta de la ciudad sitiada. Es obra del artista Ulpiano Checa, especializado en pintura histórica en el siglo XIX.

Otro de los elementos interesantes de este Museo son las puertas decoradas en exquisito estilo mudéjar, que sirven para separar unas salas de otras, y que proceden de casas seguntinas del siglo XV, concretamente de la nº 6 de la Travesaña Baja. De arcos angrelados, se cargan de polícroma decoración con epigrafía islámico‑cúfica, dentro de un marco geométrico de lacería. El tipo de letra, así como los elementos florales del fondo del arco, recogen temas de atauriques con flora digitada y anillada a dos niveles, y muestra paralelos con la ornamentación granadina del siglo XIV y, en especial, con las obras de Pedro I en Sevilla. Corona y centra toda la composición una venera a la altura de la clave con cenefa cúfica: El imperio perpetuo a Allah: la gloria eterna a Allah.

En el campo de la escultura, son también abundantes y preciosas las piezas que este Museo ofrece. Es quizás de las más llamativas el San Elías que tallara Salzillo, y que procede de la iglesia de Renera, a donde llegó procedente cuando la Desamortización de otro convento carmelitano, el de los Santo Reyes de Guadalajara. Se le aprecian excelentes calidades táctiles en las encarnaciones y en el manto. Es admirable la expresión plástica del viento que impulsa la barba y túnica del profeta.

También procedente de Renera es una serie de fragmentos de altar, con altorrelieves representando al rey David, Abraham, Santa Catalina, un ángel y un profeta, que responden al estilo escultórico toledano y recuerdan las obras salidas de los talleres de los Velasco de Avila y de los Vázquez y Vergara.

Hay un altorrelieve en alabastro que procede del antiguo Hospital de San Mateo. Es obra gótica del finales del XV y en él se muestra la figura del fundador, dulce y muy bien tallada, amparada por el Santo titular, y una cartela.

Son perfectas las tallas de Adan y Eva que procedentes de Pozancos escoltaban el enterramiento de un clérigo en aquella pequeña iglesia serrana. Sus formas suaves, sus proporciones mágicas, sus simbolismos en la actitud, hacen de ellas piezas señeras de este Museo.

En la serie de tallas de vírgenes, que son varias las existentes, y muy hermosas todas, la mayoría románicas, desde la del siglo XIII identificada con Nuestra Señora de la sopeña, procedente de San Andrés del Congosto. Otra viene de Matas, y es especialmente encantadora la figura d ela Virgen con el Niño sobre un borriquillo, rememorando la Huida a Egipto.

Quedan, en el grupo de los arquitectónico, unas muestras del arte románico de la provincia, en especial la portada entera de la que fue iglesia de Jócar, un elemento sencillo y hermoso como todo lo nacido del románico. También hay algunas pilas bautismales de aquella época, y capiteles sueltos.

La orfebrería está muy bien representada, por cruces procesionales, salidas de los talleres de Sigüenza en el pleno renacimiento. Portapaces, vinajeras, custodias e incensarios. Además, sorprende la pieza tallada en marfil que representa al Niño Jesús como buen pastor, sobre una roca de la que manan fuentes.

Datos

Situación: Plaza del Obispo don Bernardo – 19250 Sigüenza (Guadalajara)
Teléfono: 949 391 023.
Horarios: Diario. De 11 a 14 y de 16 a 19 h.
Precio de entrada: 3 Euros.

Museos de Castilla-La Mancha

Aunque no existe una guía propiamente dicha específica del Museo Diocesano de Sigüenza, puedes encontrar información amplia y detalles del Museo y su contenido en el libro 100 Propuestas Esenciales para conocer Guadalajara, de AACHE Ediciones, Guadalajara, 2015, 160 páginas, 15 €.

El otro libro esencial, en el que vienen referidos todos los detalles de la historia y el contenido de este Museo, lo puedes encontrar en el tomo (que es enciclopédico) sobre Museos de Castilla-La Mancha, editado por AACHE en 2006, con 352 págs. y PVP de 25 €.

Aache, libros de Guadalajara
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