Auñón en la Guerra de la Independencia

Discurren por las páginas de este libro los paisajes y los elementos vitales de una comarca entrañable y querida de Guadalajara: desde Auñón a Berninches, desde Durón a Alocén, pasando por Sacedón, o por Alcocer… quizás con un eje latiente entre todos, el lugar del Madroñal, de Auñón, el santuario mariano y espacio donde los corazones se encuentran a sí mismos y en compañía.

Una novela de costumbres, de historia, de amores, de pérdidas y hallazgos, de guerra y trabajo. Una novela muy bien tramada, en la que los personajes están vivos, y las descripciones de batallas, de tareas, y de caminos son perfectas.

El escritor madrileño Eugenio Feijoo, ha dado ya suficientes muestras de su valor creativo, y de su manejo fácil y brillante del lenguaje, en al menos otros cuatro libros, de relatos, novelas costumbristas y evocaciones gallegas.
En este libro, “En la misma orilla del Tajo”, la atención del lector viaja continuamente desde Auñón (Alcarria de Guadalajara) a Barquinha (Portugal) y en sus mirares surgen las figuras consistentes de Luis y de Rosa, protagonistas indiscutibles entre muchos otros personajes (El Empecinado y el santero del Madroñal, entre otros) narrados todos con meticulosidad en un viejo manuscrito que dejó con dificultad pergeñado fray Uxío de Abeleda, un fraile franciscano del convento de Auñón que vivió pasmado y temeroso los años de la Guerra de la Independencia.

Mucho más podría decirse de este libro (sencillo y grandioso a un tiempo, limpio de lenguajes y complejo de mensajes) pero en cualquier caso el discurso se resume fácilmente: hay que leerlo, hay que empezarlo, al menos, porque desde ese momento el lector no parará hasta acabarlo.