Mondéjar bien vale un viaje

Mondéjar bien vale un viaje. Si uno se acerca a un atlas, a un plano de la provincia, a una pantalla de google maps, y buscar *Mondéjar* encontrará que anda por ahí, como muy suelto, por en medio de la Alcarria, entre el río Tajuña, y el Tajo, entre colinas y viñedos.
Pero si luego echa cuentas, se percata de que no está lejos, de que merece la pena de montarse  en el coche, arrancar y llegarse hasta su plaza. Porque (al llegar allí, y empezar a caminar sus calles) se va a dar cuenta de que Mondéjar tiene un duende especial, y, sobre todo, un patrimonio exuberante.

La singularidad de Mondéjar es tener uno de los primeros monumentos españoles erigido en estilo plenamente renacentista. Quizás el primero: el convento franciscano dedicado a San Antonio, mandado construir por el segundo Conde de Tendilla y primer marqués de Mondéjar, un cortesano muy allegado a los Reyes Católicos. Viajero por Italia, se trajo las retinas empapadas de las nuevas formas y equilibrios. Y a su arquitecto Lorenzo Vázquez le mandó construir algo singular.

Un templo de sola una nave, con una portada de subido ornamento plateresco, con jambas, arcos y medallones sobre veneras: delfines y angelillos escoltando a María. Y en el testero, grandes escudos, pregón de la fama, y altos muros con una cripta mortuoria en el centro del templo.

Mondéjar renacimiento

Por Mondéjar se encuentran otras cosas y otras casas: palacios barrocos y un templo parroquial espléndido en el que destacan muchas cosas, entre ellas el gran retablo, que ha sido rehecho hace pocos años con el aporte económico de toda la población, para reponer el que fue incendiado y destruido en la Revolución de 1936.
Un pequeño museo parroquial muestra joyas de siglos pasados: telas, orfebrería, libros y cuadros.
Y en las afueras de Mondéjar, en el interior de su gran ermita de San Sebastián, el milagro de “los Judíos”, que son una colección enorme de figuras de la Pasión, hechas en cartón piedra, coloreadas y expresivas. Bueno, y mucho más: las fiestas del Cristo en Septiembre, el recuerdo de don Antonio de Mendoza, primer virrey de América, etc, etc.