Museo Francisco Sobrino en Guadalajara
Sobre el antiguo edificio dedicado a Matadero Municipal, ya obsoleto y amenzando ruina, el Ayuntamiento de Guadalajara se planteó en 2008 su recuperación, y surgió la idea de dedicarlo a Museo de la obra de un alcarreño singular, un gran artista de la luz y el color, Francisco Sobrino Ochoa, que así quedaría permanente en la memoria de sus coterráneos.
Firmóse entonces un Protocolo entre el alcalde de la ciudad, Antonio Román Jasanada, y el artista Francisco Sobrino Ochoa, para la fundación del “Museo Francisco Sobrino” en este histórico edificio.
Posteriormente, se convocó un concurso para la redacción del proyecto de adecuación, que ganó Pablo Moreno García-Mansilla. En los planos y memoria de ese proyecto, se planteaba la restauración y adecuación de las naves históricas y la construcción de unos edificios de nueva planta que las intercomunicaban en su parte anterior y posterior para, de esa manera, organizar un recorrido que confirmaba el carácter museístico que se pretendía dar a la instalación, y posibilitaba la creación de un espacio para proyección de audiovisuales y un taller para actividades infantiles, bautizado como Laboratorio GRAV.
Se convirtió el viejo edificio de sacrificio de reses en dos diáfanas salas de exposición con una superficie de más de 120 metros cuadrados. En una, se alberga la permanente Sobrino ponderado, en la que se muestra una colección de obras representativas –acuarelas, lienzos, relieves, esculturas,…– de las distintas etapas creativas del autor; y, la otra sala, para exposiciones temporales, y desarrollar en ella las actividades programadas a lo largo del año.
La fachada principal se alza en la Cuesta del Matadero, donde un gran portón de hojas de madera correderas posibilita la transformación del patio interior en una plaza abierta de carácter público.
El Museo Francisco Sobrino fue inaugurado el 30 de marzo de 2015 con el objetivo de ser un espacio cultural de referencia para el arte contemporáneo, y con la idea capital de divulgar la figura y obra de Francisco Sobrino y del GRAV –Groupe de Recherche d’Art Visuel–, y, por extensión, para potenciar el arte óptico-cinético y la abstracción geométrica.
Este Museo, además de recuperar un espacio tradicional y una arquitectura doméstica municipal, ha venido a brindar la propuesta del arte moderno en Guadalajara, a través de la obra de uno de sus hijos más representativos. De Francisco Sobrino pueden verse aquí más datos.