Estoy que no me lo creo todavía
¡Me han pedido opinión! Desde la Concejalía de Cultura (que lleva con ganas y sabiduría la archivera Riansares Serrano) acaban de pedirme mi opinión al respecto de la Cultura en Guadalajara, a través de un buen número de preguntas. Esto es algo tan insólito que no puedo por menos de declararlo aquí, poniendo una cara de felicidad que hacía ya tiempo que no me salía. Y todo porque al ir pensando en un modelo de Ciudad Cultural que se ocupe, desde sus responsabilidades, de mejorar la cultura individual de los ciudadanos, ha pensado que podía ser interesante formarse una noción del estado de la cuestión preguntando a los implicados en ella. Sabia manera, democrática manera, lógica iniciativa que aquí aplaudo.
He contestado una a una todas las cuestiones planteadas, y la he insistido especialmente en el concepto que tengo (es mío y por lo tanto puede estar equivocado) de que la Cultura es una opción individual, a la que se llega por la propia voluntad y por los caminos que cada uno juzga más adecuados para alcanzarla.
Sin embargo, al pedirme ideas sobre actuaciones en orden a mejorar la oferta que a los ciudadanos pueda hacerse para que, uno a uno, o en grupos, lleguen a adquirir cada uno la Cultura que buscan, he insistido en el modelo de “Casa de Cultura” a la francesa que en el país vecino llevan ejerciendo con gran éxito desde hace más de 50 años. Cuando apareció la primera de esas instituciones, ya escribí en Nueva Alcarria pidiendo que se hiciera aquí algo igual. Yo era muy joven, y no comprendía todavía en su verdadera dimensión el poco caso (el “asquito” más bien que le tenían) que las autoridades de entonces brindaban a esa Cultura que podía ser peligrosa si se extendía entre la gente.
El caso es que sigo proponiendo algo así: un centro moderno (o en un edificio antiguo, que los hay, y buenos, por ejemplo la Cárcel de la Calle del Amparo, y otros más…) donde se junten exposiciones, teatro, salas de conferencias, salas de reuniones, biblioteca, centro de congresos, despachos para asociaciones, lugares de ensayo para grupos…. Un poco juntar lo que hace el Teatro Buero Vallejo, el Museo Francisco Sobrino, la Sala de Ibercaja, el espacio Antonio Pérez… todo en uno. Un centro donde la gente se reúna, disfrute, aprenda, viva… por ejemplo esto: https://www.centrepompidou.fr/es/
Pero lo más importante de todo, para mí un verdadero regalo, es que ¡me han pedido opinión! Y (qué tiempos, y hasta dónde hemos llegado..) me han preguntado sobre estos temas, y claro: la he contestado en diez minutos. No me me he hecho esperar. Todavía me estoy pellizcando, porque sí, ha sido verdad: han contado conmigo.
Al final, cuando la encuesta pregunta si considero que he recibido suficientes ayudas para ejercer mi actividad cultural, o creo que deben ser más amplias estas ayudas, le he contestado con el corazón en la mano que yo nunca me he basado en las ayudas, sino en la voluntad, porque desde hace muchos años, cada día cuando me levanto lo que me pregunto es qué puedo hacer yo por mi país… (ya saben, la famosa frase de John Fitzgerald Kennedy, que yo creo que me la copió). En fin…. la idea es sacar adelante esa “Casa de la Cultura”, que haría buena a esta ciudad en lo que Riansares Serrano pretende. Y conste que ni pienso que me empleen, porque ya no estoy sino para tomar pastillas.