Recetario del dulce artesano de Guadalajara
Ficha Bibliográfica
Antonio Ferrero Boya
Recetario del Dulce Artesano en Guadalajara
Aache Ediciones. Guadalajara, 2015.
Colección “Tierra de Guadalajara” nº 90
256 páginas.
ISBN 978-84-15537-68-7
PVP.: 15 €.
El libro
Es esta una suculenta enciclopedia de postres, programada por Antonio Ferrero, quien durante muchos años fue el jefe del obrador de la Pastelería Saldaña de la calle Mayor Alta de Guadalajara.
Con esta recopilación, hecha por su hija Mila, que comprende la mayoría de las recetas del maestro artesano Antonio Ferrero Boya y otras muchas universales desarrolladas por él y sus oficiales, sus hijos han tratado de brindar su aportación al gran público, cumpliendo así uno de sus últimos deseos, en aras a la divulgación y perpetuación de la cultura de la artesanía del dulce y así contribuir a endulzar sus paladares con un buen producto de repostería.
De las numerosas variedades de comestibles dulces, hechas con ingenio y paciencia, merece especial mención el “Bizcocho Borracho de Guadalajara”, al que Ferrero elevó a la categoría de suprema delicatesse.El origen de este afamado dulce …se pierde en la historia de los obradores alcarreños; no obstante, su crónica reciente se remonta a mediados del siglo XIX, cuando el ‘‘Borracho’’ y Guadalajara comienzan una asociación inquebrantable a partir de la difusión que, por toda la geografía nacional, propician los cadetes y profesores de la Academia de Ingenieros del Ejército. Fue en 1843 cuando se fundó en la plaza de San Gil un establecimiento de “Confitería y Repostería” del que surgieron estos productos que en 1878 recibieron un galardón en la Exposición Provincial de Guadalajara, quedando sus propietarios, a partir de entonces, como proveedores de la Real Casa
Fueron numerosos los momentos en que la Ciudad aportó este producto como su emblema más poderoso, y así cuando el Rey Alfonso XII con todo su séquito visitó Guadalajara, fueron obsequiados con: “…unas libras de bizcochos borrachos de superior calidad que, colocadas en dos bandejas de plata, se condujeron a aquel sitio por una comisión de este Municipio.”. En todo caso, queda patente la tradición gastronómica del dulce en Guadalajara, y especialmente el realizado desde un punto de vista artesano, y al que este libro está enteramente dedicado, como enciclopedia de la cultura tradicional en su vertiente de la repostería y confitería.
Los capítulos que se van sucediendo ofrecen apelativos que nos “hacen la boca agua”: hay espacios dedicados a las cremas, natillas y flanes. Pero siguen los que tratan de pastas y almendrados, de bizcochos, de mazapanes y empiñonados, de roscones, de bollos y buñuelos, de polvorones, de pasteles y de tartas…sin olvidar los apartados de los turrones, los merengues y las yemas, las confituras y mermeladas…
El autor
Antonio Ferrero Boya (1921-2005), nacido en Benavente (Zamora) artesano del dulce, es reconocido por su aportación a la artesanía del dulce en Guadalajara, donde se estableció en 1949 como jefe del obrador de la Pastelería Saldaña. Fueron sus especialidades más notables los famosos "feos", las pastas de almendra, las pastas de piñones, el turrón de yema, los merengues de café, el huevo hilado, los bizcochos borrachos, las trenzas de hojaldre y el roscón de Reyes.
En 1949, con pocos años y recién casado, se instaló en Guadalajara, empezando su larga carrera confitera. No sabe ciertamente por qué empezó en el oficio de la repostería, pero sí que lo hizo a una muy temprana edad y en él permaneció hasta su muerte. La paciencia infinita ha sido, quizás, el secreto mejor guardado que, durante más de cincuenta años, hizo que casi toda Guadalajara "se chupase los dedos" con sus exquisitas elaboraciones. Siempre con el lema de "querer hacer las cosas bien", Antonio Ferrero recordaba en la última etapa de su vida la satisfacción que le producía ver a "los chicos y chicas" de Guadalajara comer sus dulces por las calles. Hoy sus hijos han querido cumplir con uno de sus últimos deseo, y poner a disposición de la colectividad sus exquisitas y deseadas recetas que le reportaron el reconocimiento popular, así como otras muchas universales, retocadas con su peculiar maestría.