Románico en despoblados
Románico en despoblados
El libro
Se trata de patrimonio, de ese conjunto de edificios que la posteridad nos ha legado y que tenemos la obligación de preservar a las generaciones futuras. En este caso, son ejemplos de esa falta de preservación, porque la mayoría son testimonios del arte medieval que fueron abandonados, dejados hundir, robados o esquilmados sin razón alguna.
Nada hay mejor que sacar adelante un tema (este del patrimonio) para que sea considerado por muchos: lectores e investigadores, que buscan unos y encuentran otros los elementos que le faltan al puzzle patrimonial para completarse.
En este pasado año, dos libros han aparecido que han puesto de relieve el tema del abandono y el vaciamiento de pueblos y comarcas de Guadalajara. Uno fue el de Ranz Yubero y López de los Mozos titulado “Despoblados de Guadalajara”. Y ha poco el titulado “Serranía de Guadalajara: despoblados, expropiados, abandonados” coordinado por el doctor Alonso Gordo. Ahora, con la llegada del verano, aparece otra publicación, de muy buena presencia y mejor contenido, que debida a la pluma del profesor e investigador del arte don José Arturo Salgado Pantoja, que nos ofrece el arte románico desperdigado en pequeñas migas por los despoblados de Guadalajara. Una especie de viaje al más allá de la memoria y las presencias, una incursión por las huellas pétreas, mínimas, polvorientas, que el Medievo dejó por las tierras de Guadalajara en forma de templos, ábsides, cruces, pilas, vigas y capiteles.
El libro contiene un centenar de referencias a lugares abandonados de la provincia de Guadalajara en los que queda algún resto, aunque sea mínimo, del arte románico. Bajo el título de “Raíces en la piedra” aparece un estudio inicial de la historia de la época y la evolución posterior, que se completa con el catálogo de las piezas, muchas fotografías, planos y una colección excelente de dibujos realizados para la ocasión por Amador Ayuso, de Valdesaz.
